La
policitemia vera (PV) es un síndrome mieloproliferativo de carácter adquirido.
Está caracterizada por un aumento absoluto de la masa eritrocitaria debido a su
proliferación incontrolada que generalmente se asocia a una proliferación,
tambien incontrolada de leucocitos y plaquetas. La incidencia de la PV se
estima en, aproximadamente, 1/36.000-1/100.000 individuos con una prevalencia
de 1/3.300. La PV aparece a cualquier edad, pero es más habitual entre los
50-70 años. Los síntomas iniciales, generalmente insidiosos, suelen consistir
en dolor de cabeza, mareos, vértigo, tinnitus, alteraciones visuales y prurito
después del baño. Otros signos característicos son la rubicundez o
enrojecimiento de la cara, palmas, lechos ungüeales, mucosas y conjuntiva que se
asocia a la aparicion de complicaciones tromboticas arteriales con angina de
pecho, claudicación intermitente, o venosas, como la trombosis venosa profunda,
la embolia pulmonar y la trombosis esplénica. En ocasiones pueden observarse
hemorragias, especialmente a nivel de encías, piel y mucosas o aparato
digestivo. En la PV es prácticamente constante la esplenomegalia. En estados
avanzados de la enfermedad, un pequeño porcentaje de pacientes puede
desarrollar una mielofibrosis, leucemia aguda o síndrome mielodisplásico. La
sintomatologia clínica de la PV suele estar relacionada con la hiperviscosidad
sanguínea, que afecta a la microcirculación y que está causada por el aumento
de células circulantes. Este aumento obedece a la proliferación clonal con
expansion del compartimento de células madre que altera su proceso normal de
crecimiento y maduración. El origen de esta proliferación se halla en fase de
discusión debido a que en la gran mayoría de los pacientes se ha detectado una
mutación somática (JAK2-V617F) en el exón 14 del gen JAK2 (9p24) y,
menos frecuentemente, una mutación somática en el exón 12 de JAK2. El
diagnóstico de PV se basa en la observación (aislada o combinada) de los
siguientes criterios: valor hematocrito (Hto) superior al 52% (hombres) o 48%
(mujeres), concentración de hemoglobina (Hb) superior a 185 g/L (hombres) y a
165 g/L (mujeres), aumento de la masa eritrocitaria en más del 125% de su valor
normal, presencia de la mutacion somática JAK2 (V617F o de la
mutación en el exón 12), niveles disminuidos de EPO circulante, formación
espontánea de colonias de células progenitoras eritroides y, en casos raros
(sin mutación JAK2), evidencia del trastorno mieloproliferativo mediante
análisis hitologico de la médula ósea. El diagnóstico diferencial debe
establecerse con los síndromes mieloproliferativos crónicos (SMPC) Ph1
negativos que incluyen la trombocitemia esencial y la metaplasia mieloide
idiopática
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